La belleza lamentablemente por la mayoría de las personas es concebida y asociada siempre a palabras como sacrificio, privación, rigor, esfuerzo, negación, gasto, etc. algunos esperan ser bellos a corto plazo con tan sólo ir a la peluquería, una semana de dieta, 2 meses de gimnasio, cirugía plástica, tomar 2 litros de agua diario, masajes, etc. decisiones que generalmente duran poco en el tiempo y que no son hábitos ni parte de las rutinas de todos los días. Estas cosas claramente ayudan pero son circunstanciales, afectan la apariencia externa ayudando a mantener una imagen e ilusión momentánea, a subir el ánimo, evadir algo que molesta; pero están lejos de un CAMBIO sustancial que incluya palabras maravillosas como el disfrute, integración, paz interior, armonía, equilibrio, autenticidad, identidad, frescura y relajación que permitan natural y espontáneamente reflejar en el cuerpo lo que se siente en el alma. Creo que la belleza es algo tan sutil y sensible que cuando es parte de tu