Cuando conocí el YOGA hace unos 6 años atrás, me dolía todo……….; sufría de lumbago crónico, pellizcamiento en un hombro, dolor de pies, rodillas, espalda, dormía mal, sufría de alergias cutáneas y esto referido sólo a lo físico porque hay que agregar que en lo sicológico la ansiedad, el desánimo y baja autoestima finalmente afectaron aspectos importantes de mi vida. En ese momento no sabía si todas esas dolencias, que se potenciaban unas a otras en un círculo vicioso eran las limitaciones propias de una obesidad mórbida que padecía ó simplemente la vida era así y era lo que me había tocado. Estos problemas acompañados de otros de tipo familiar y de salud me entrampaban en conformismo, justificaciones y excusas recurrentes como: NO PUEDO…, es mucho para mí…., trataré de sobrevivir pero no espero mucho porque …..¡¡¡ es lo que hay !!! Cuando haz olvidado el auto-cuidado y el valor de tu bienestar por las razones que sean; te arrastra la pesadez, la inercia y aturdimiento. Tu ment