Cuando conocí el YOGA hace unos 6 años atrás, me dolía todo……….; sufría de lumbago crónico, pellizcamiento en un hombro, dolor de pies, rodillas, espalda, dormía mal, sufría de alergias cutáneas y esto referido sólo a lo físico porque hay que agregar que en lo sicológico la ansiedad, el desánimo y baja autoestima finalmente afectaron aspectos importantes de mi vida. En ese momento no sabía si todas esas dolencias, que se potenciaban unas a otras en un círculo vicioso eran las limitaciones propias de una obesidad mórbida que padecía ó simplemente la vida era así y era lo que me había tocado. Estos problemas acompañados de otros de tipo familiar y de salud me entrampaban en conformismo, justificaciones y excusas recurrentes como: NO PUEDO…, es mucho para mí…., trataré de sobrevivir pero no espero mucho porque …..¡¡¡ es lo que hay !!! Cuando haz olvidado el auto-cuidado y el valor de tu bienestar por las razones que sean; te arrastra la pesadez, la inercia y aturdimiento. Tu mente como también tu cuerpo ponen resistencias al cambio y así la mente se debilita, no percibe ni procesa bien debilitando tus pensamientos, emociones, percepciones y otros; en lo físico afecta con dolencias y enfermedades de tipo sicosomático que resolvemos generalmente con medicamentos como: analgásicos, antiinflamatorios, pastillas para dormir, adelgazar, laxantes, ansiolíticos, antidepresivos, etc. que ayudan un tiempo y se justifican en algunos casos pero que para muchos no resuelve el fondo, y abordan sólo un síntoma puntual y no a tu persona integralmente. La práctica de YOGA plantea que para el camino de la evolución personal es necesario LA INTEGRACIÓN ESTRUCTURAL (CUERPO – MENTE – ESPÍRITU ), nuestro equilibrio físico afecta nuestro funcionar emocional y psicológico, por lo tanto, el Yoga es una tecnología que puede aliviarnos tanto física, emocional e incluso socialmente. El cuerpo para el Hatha Yoga es sólo una puerta de entrada donde el movimiento fluido del cuerpo hace recuperar fuerzas y confianzas para acceder a una desarrollo integral. EJEMPLO: el mantener bajo control gracias a la práctica de Yoga un lumbago, estreñimiento, artrosis, hernia discal, stress, gastritis, ansiedad ó insomnio indudablemente afecta de buena manera nuestra salud, ánimo y funcionamiento general. El Hatha Yoga pretende a través del cuerpo con práctica de asanas, pranayamas, kriyas, mudras, bhandas y dhyana alcanzar niveles superiores de control mental y trascendencia espiritual, su práctica constante en el tiempo relaja, purifica y potencia el cuerpo hacia un estado de salud y bienestar; conecta el cuerpo con la mente haciendo que éstos se comuniquen rápida, fluida e inteligentemente para que decidamos según nuestras verdaderas necesidades y bienestar. Esa integración es la que finalmente conduce a la armonía de todos los demás planos que se van sumando por añadidura. Bajo este contexto mi experiencia personal con el YOGA es que me ayudó a desenredar la madeja de lana, a encontrar la hebra y poco a poco ir tomando confianza para avanzar en todos los aspectos de mi vida, primero en las prácticas fueron tareas simples como sentarme en ardha padmasana (postura de ½ loto), después solita sin presionarme dejé de fumar, de morderme las uñas, asistir y participar regularmente según mis capacidades a mis clases de Yoga y así luego por los buenos resultados empecé a estudiar en forma autodidacta el RAJA- YOGA (sendero que incluye conocimientos de distintas disciplinas para organizar nuestra vida, emociones; expandir el intelecto y unificar las partes de nuestro ser a través del desarrollo de las capacidades mentales ) comencé a sentirme motivada y deseosa de hacer cosas nuevas; las limitaciones y obstáculos seguían ahí pero mi actitud era diferente, seguía participe y responsable pero con un esfuerzo más honesto e inteligente. Con certeza y disciplina me entregué a los códigos yoguicos de limpiar, nutrir y AMAR y así pedí con plena certeza al universo y éste me fue dando paulatinamente todo cuanto requería. Lo grande primeramente fue mi operación con una banda gástrica para la obesidad mórbida bajando a la fecha 23 kilos, con ello mi cuerpo se transformó en un juguete nuevo para experimentar asanas y seguir avanzando en mis prácticas . Antes de mi operación había empezado a hacer de a poco clases a mis amigos y familiares de un Yoga más suave y meditativo, pero ya más delgada y segura en lo físico empecé a enseñar a principiantes, adultos mayores y ahora también en un centro de rehabilitación de drogas y alcohol. Lo más concreto es que este año inicié mis estudios formales como Instructora de Hatha Yoga en la Academia Chilena de YOGA. Finalmente entendí que todo se trataba más que luchar y pelear en la vida por ser feliz, decidir y programarse mentalmente para serlo, dejando las aprehensiones por lo que no puedes cambiar y así; libre, activa y responsablemente ajustar las velas en el sentido del viento, confiando en que Dios sabe Qué, Cómo y Cúando para cada uno. En éstos meses de estudio e intensa práctica he enfrentado nuevos desafíos de destreza física, claramente ya no soy una lolita y acarreo en mi cuerpo grandes heridas de guerra que aún no termino de sanar. La fuerza física y mental que me ha dado el Yoga me tiene entregada en cuerpo y alma a éste maravilloso sueño que quiero compartir y enseñar para que también otros lo conozcan y reciban sus beneficios. No puedo creer la evolución que he tenido éstos últimos meses; cuando era obesa mórbida practicaba y eso me ayudaba mucho para aminorar los efectos del peso sobre mi espalda y rodillas; ahora con menos peso e intensificando mis prácticas los cambios son significativos, actualmente estoy practicando Ashtanga Yoga estilo vigoroso y atlético del Yoga que sigue haciéndome bajar de peso en un tratamiento que después de 1 año y 4 meses después de la operación y con 23 kilos de menos ya se ha hecho más lento. Hoy me siento contenta, integrada y conectada con mi proceso personal, asumiendo y conduciendo mis limitaciones y fortalezas; aceptando y dándole sentido a mis vivencias (que como todos no han sido fáciles), pero como mi buen padre dice: lo malo se multiplica x -1 y queda positivo; le sumaré a todo ello mis 4 años universitarios en Servicio Social y mis actuales estudios de Yoga para nuevamente retomar un camino de vocación y servicio a través de las enseñanzas del Yoga. Para que observen que realmente se puede, aquí unas fotos tomadas por mi hija que constatan que después de una obesidad mórbida con Índice de Masa Corporal 40,5 y a mis 40 años con algunas cuantas historias a cuestas realmente se puede. CLAUDIA
Cuando conocí el YOGA hace unos 6 años atrás, me dolía todo……….; sufría de lumbago crónico, pellizcamiento en un hombro, dolor de pies, rodillas, espalda, dormía mal, sufría de alergias cutáneas y esto referido sólo a lo físico porque hay que agregar que en lo sicológico la ansiedad, el desánimo y baja autoestima finalmente afectaron aspectos importantes de mi vida. En ese momento no sabía si todas esas dolencias, que se potenciaban unas a otras en un círculo vicioso eran las limitaciones propias de una obesidad mórbida que padecía ó simplemente la vida era así y era lo que me había tocado. Estos problemas acompañados de otros de tipo familiar y de salud me entrampaban en conformismo, justificaciones y excusas recurrentes como: NO PUEDO…, es mucho para mí…., trataré de sobrevivir pero no espero mucho porque …..¡¡¡ es lo que hay !!! Cuando haz olvidado el auto-cuidado y el valor de tu bienestar por las razones que sean; te arrastra la pesadez, la inercia y aturdimiento. Tu mente como también tu cuerpo ponen resistencias al cambio y así la mente se debilita, no percibe ni procesa bien debilitando tus pensamientos, emociones, percepciones y otros; en lo físico afecta con dolencias y enfermedades de tipo sicosomático que resolvemos generalmente con medicamentos como: analgásicos, antiinflamatorios, pastillas para dormir, adelgazar, laxantes, ansiolíticos, antidepresivos, etc. que ayudan un tiempo y se justifican en algunos casos pero que para muchos no resuelve el fondo, y abordan sólo un síntoma puntual y no a tu persona integralmente. La práctica de YOGA plantea que para el camino de la evolución personal es necesario LA INTEGRACIÓN ESTRUCTURAL (CUERPO – MENTE – ESPÍRITU ), nuestro equilibrio físico afecta nuestro funcionar emocional y psicológico, por lo tanto, el Yoga es una tecnología que puede aliviarnos tanto física, emocional e incluso socialmente. El cuerpo para el Hatha Yoga es sólo una puerta de entrada donde el movimiento fluido del cuerpo hace recuperar fuerzas y confianzas para acceder a una desarrollo integral. EJEMPLO: el mantener bajo control gracias a la práctica de Yoga un lumbago, estreñimiento, artrosis, hernia discal, stress, gastritis, ansiedad ó insomnio indudablemente afecta de buena manera nuestra salud, ánimo y funcionamiento general. El Hatha Yoga pretende a través del cuerpo con práctica de asanas, pranayamas, kriyas, mudras, bhandas y dhyana alcanzar niveles superiores de control mental y trascendencia espiritual, su práctica constante en el tiempo relaja, purifica y potencia el cuerpo hacia un estado de salud y bienestar; conecta el cuerpo con la mente haciendo que éstos se comuniquen rápida, fluida e inteligentemente para que decidamos según nuestras verdaderas necesidades y bienestar. Esa integración es la que finalmente conduce a la armonía de todos los demás planos que se van sumando por añadidura. Bajo este contexto mi experiencia personal con el YOGA es que me ayudó a desenredar la madeja de lana, a encontrar la hebra y poco a poco ir tomando confianza para avanzar en todos los aspectos de mi vida, primero en las prácticas fueron tareas simples como sentarme en ardha padmasana (postura de ½ loto), después solita sin presionarme dejé de fumar, de morderme las uñas, asistir y participar regularmente según mis capacidades a mis clases de Yoga y así luego por los buenos resultados empecé a estudiar en forma autodidacta el RAJA- YOGA (sendero que incluye conocimientos de distintas disciplinas para organizar nuestra vida, emociones; expandir el intelecto y unificar las partes de nuestro ser a través del desarrollo de las capacidades mentales ) comencé a sentirme motivada y deseosa de hacer cosas nuevas; las limitaciones y obstáculos seguían ahí pero mi actitud era diferente, seguía participe y responsable pero con un esfuerzo más honesto e inteligente. Con certeza y disciplina me entregué a los códigos yoguicos de limpiar, nutrir y AMAR y así pedí con plena certeza al universo y éste me fue dando paulatinamente todo cuanto requería. Lo grande primeramente fue mi operación con una banda gástrica para la obesidad mórbida bajando a la fecha 23 kilos, con ello mi cuerpo se transformó en un juguete nuevo para experimentar asanas y seguir avanzando en mis prácticas . Antes de mi operación había empezado a hacer de a poco clases a mis amigos y familiares de un Yoga más suave y meditativo, pero ya más delgada y segura en lo físico empecé a enseñar a principiantes, adultos mayores y ahora también en un centro de rehabilitación de drogas y alcohol. Lo más concreto es que este año inicié mis estudios formales como Instructora de Hatha Yoga en la Academia Chilena de YOGA. Finalmente entendí que todo se trataba más que luchar y pelear en la vida por ser feliz, decidir y programarse mentalmente para serlo, dejando las aprehensiones por lo que no puedes cambiar y así; libre, activa y responsablemente ajustar las velas en el sentido del viento, confiando en que Dios sabe Qué, Cómo y Cúando para cada uno. En éstos meses de estudio e intensa práctica he enfrentado nuevos desafíos de destreza física, claramente ya no soy una lolita y acarreo en mi cuerpo grandes heridas de guerra que aún no termino de sanar. La fuerza física y mental que me ha dado el Yoga me tiene entregada en cuerpo y alma a éste maravilloso sueño que quiero compartir y enseñar para que también otros lo conozcan y reciban sus beneficios. No puedo creer la evolución que he tenido éstos últimos meses; cuando era obesa mórbida practicaba y eso me ayudaba mucho para aminorar los efectos del peso sobre mi espalda y rodillas; ahora con menos peso e intensificando mis prácticas los cambios son significativos, actualmente estoy practicando Ashtanga Yoga estilo vigoroso y atlético del Yoga que sigue haciéndome bajar de peso en un tratamiento que después de 1 año y 4 meses después de la operación y con 23 kilos de menos ya se ha hecho más lento. Hoy me siento contenta, integrada y conectada con mi proceso personal, asumiendo y conduciendo mis limitaciones y fortalezas; aceptando y dándole sentido a mis vivencias (que como todos no han sido fáciles), pero como mi buen padre dice: lo malo se multiplica x -1 y queda positivo; le sumaré a todo ello mis 4 años universitarios en Servicio Social y mis actuales estudios de Yoga para nuevamente retomar un camino de vocación y servicio a través de las enseñanzas del Yoga. Para que observen que realmente se puede, aquí unas fotos tomadas por mi hija que constatan que después de una obesidad mórbida con Índice de Masa Corporal 40,5 y a mis 40 años con algunas cuantas historias a cuestas realmente se puede. CLAUDIA
Comentarios
Me gustaria poder aprender sobre esta disciplina.